casos de estudio

Residuos

Vertedero Benalmádena, España

Ubicación
Benalmádena, Málaga, España

La obra esta localizada sobre un estrecho barranco en el T.M. de Benalmádena, Málaga, en las proximidades de la Autopista del Sol desde la que se puede ver.

Su impacto estético es pues, muy considerable. Se une a ello además la fuerte pendiente del talud y el que por un lateral del barranco discurra un cauce de torrentera que en época de lluvias podría originar serias inestabilidades al depósito de residuo.

Finalmente la proximidad a áreas urbanas, incluso a pie del talud existen edificaciones incontroladas ,y la ausencia de un adecuado control de los lixiviados aconsejaban un tratamiento global del problema que incluyese un sellado permanente de los residuos, la estabilización completa de su pie con un tratamiento del cauce contra la erosión a base de escollera y finalmente una revegetación que amortiguara el impacto estético en la zona.

El área a tratar es de unos 35,000 m² en taludes a los que hay que añadir otros 18,000 m² en la plataforma superior. El desnivel total es de unos 80 m con una pendiente media de 25º.

Sobre la plataforma superior aparecen chimeneas del sistema de desgasificación distribuidas cada 15 m aproximadamente.

La solución

La solución que se ha diseñado para el sellado ha consistido en un Sostenimiento por Refuerzo sobre un perfil de talud a base de 5 bermas de entre 3.5 y 4 m de ancho, con 4 taludes de entre 25 hasta 36 m de largo y ángulo 27º de inclinación media.

El anclaje en las bermas se ha diseñado por fricción pura sin zanja, incluso en el talud superior,  para facilitar la continuidad entre capas de geosintéticos. El espesor de relleno para ello en bermas ha sido de 1.4 m.

En el lado interior de cada berma se aloja una tubería de drenaje con salida al cauce del torrente para la evacuación rápida del interior del talud de cualquier agua de infiltración.

La solución geosintética ha consistido en una geomembrana texturizada por ambas caras de 1.50 mm de espesor, sobre la que se coloca un geocompuesto drenante con núcleo de poliamida y dos geotextiles de separación de 110 gr/m² cosidos al núcleo, y finalmente un geotextil de Refuerzo en poliéster de 250 KN/m de resistencia en rotura , encargado de la estabilidad del conjunto.

La presencia de la lámina texturizada brinda una seguridad adicional muy considerable de cara a asegurar el comportamiento resistente del geocompuesto drenante que se coloca sobre ella, aunque no es efectiva en el calculo de dimensionamiento del Refuerzo porque el plano limitativo del menor ángulo de fricción pasa a ser el existente entre geotextil de refuerzo y geotextil superior de separación del  mismo geocompuesto drenante.

El recubrimiento final lo componen 30 cm de arcilla y tierra vegetal con la superficie cubierta por un fieltro de control de erosión a base de 50 % paja con 50 % de fibra de coco.

La elección de este tipo de material se ha basado principalmente en que dada su relativa impermeabilidad instantánea proporcionada por la paja permite esperar una menor erosión frente a fenómenos de lluvia tormentosa  que  se producen en una zona tan próxima al mar.

La ejecución

La ejecución no ha estado exenta de dificultades. 

En primer lugar, las bermas no eran accesibles por ambos extremos, solo por uno y en el caso de la primera el único camino de acceso era un talud lateral del vertedero que hubo previamente que sanear por ser de naturaleza rocosa.

Esta disposición y el continuo viento por la proximidad al mar dificultó no solo la colocación de los geosintéticos sino también la de las tierras que necesariamente debían estar coordinadas. A pesar de ello la obra se ha ejecutado en el tiempo récord de dos meses.

Se opto por la realización del trabajo con dos equipos. La plataforma superior de 18,000 m² se ha ejecutado en 5 días con un equipo de 4 operarios. Una vez finalizada esta incluso su relleno se atacaron los taludes en dos fases. Una primera correspondiente a la berma superior y siguiente, con un área total de 23,000 m², cubierta en 10 días con dos equipos de 5 personas. 

A continuación se interrumpió el tajo de geosintéticos y se paso al de relleno de tierras por el único lado de la berma que era accesible. Finalmente se cubrieron los siguientes 12,000 m² en 6 días con los mismos 10 operarios.

Una cuestión a destacar fue la del relleno de tierras de cobertura que como consecuencia de que el ángulo de talud era muy próximo al de rozamiento residual con el geotextil, en un primer momento se produjeron deslizamientos. El avance de la maquinaria de extendido/compactación de abajo hacia arriba , la humedad de las tierras y la cohesión que con el tiempo se va formando en la interfase del geotextil, permitieron conjuntamente alcanzar el estado actual de estabilidad.

 Como incidencia destacable fue el desprendimiento de dos paños de geotextil junto con su tierra de recubrimiento, con una salida limpia de su anclaje en coronación consistente en 10 m de longitud por fricción pura, aunque sin rotura del producto. La explicación al margen de que corroboraba la precisión del calculo de anclajes, fue que se generaron tensiones muy superiores a las adoptadas en el calculo como consecuencia de una acumulación de tierras en coronación del talud previa a su extendido. Una estimación del peso del derrame de tierras del montón allí acumulado indicaba un volumen de dos veces el de calculo.

La conclusión a extraer es la de que esta zona debe ser objeto siempre de especial cuidado tanto para no acumular materiales como en su efecto no permitir transito de máquina que pueda dañar el refuerzo.